La reivindicación por los derechos de los ciudadanos y la igualdad de género es una constante en la historia de la humanidad.
Durante la Revolución Francesa surgen los primeros colectivos de mujeres que expresan públicamente sus reivindicaciones, iniciándose los primeros movimientos feministas. Posteriormente el derecho al sufragio es reivindicado, así como la educación, abriría a las mujeres el camino a la plena ciudadanía.
Por su parte, feminismo ha contribuido al fortalecimiento de la democracia y al reconocimiento de los derechos de las mujeres como ciudadanas.
Las primeras reivindicaciones de las mujeres
La emancipación es un proceso histórico mediante el cual las mujeres han reivindicado y obtenido la igualdad en su derecho legal, político, profesional, social, familiar y personal que se les había negado.
La reivindicación de la igualdad de sus derechos económicos
Las antiguas leyes feudales impedían a las mujeres gozar de capacidad económica propia, debido a que estaban sometidas a la tutela de sus maridos. Equiparar sus derechos económicos a los de los hombres fue una de sus primeras reivindicaciones.
A mediados del XIX, en los países como Noruega y Finlandia, las mujeres obtuvieron la igualdad hereditaria, la libertad para dedicarse al comercio y la libre disposición de sus salarios.
Por su parte, la Revolución Francesa inspiró a las declaraciones de derechos humanos.
La discriminación hacia la mujer era absoluta, toda vez que carecía de autonomía personal y sus maridos administraban sus bienes e ingresos.
En siglo XX, los países como Francia y España decidieron modificar la legislación discriminatoria.
La reivindicación de un trabajo digno y una remuneración justa.
Muchas mujeres llevaban trabajando muchos años, hasta que ellas decidieron levantar su voz para la exigencia de condiciones salariales más justas y de la mejora de sus condiciones de trabajo.
La educación en la reivindicación de la igualdad de derechos
Mary Wollstonecraft, en su obra Vindicación de los derechos de la mujer, publicado en 1792, argumenta que las mujeres no son inferiores al hombre, pese a que no reciben la misma educación, y que ambos deberían ser tratados como seres racionales.
Wollstonecraft sostuvo que uno de los mayores problemas de las mujeres era el modelo de socialización y de educación que recibían. Asimismo, aseguró que la igualdad en la educación en escuelas mixtas sería fundamental para la igualdad de derechos y que hombres y mujeres deben tener las mismas oportunidades en la sociedad.
El movimiento sufragista y la reivindicación del derecho al voto
En el siglo XX, los movimientos sufragistas reivindicaron el derecho al voto, a partir del hecho de que la mujer abandonó las tareas domésticas para integrarse en la vida pública, hasta finales del siglo XIX reservada a los hombres.
Pero en 1848, sesenta y ocho mujeres y treinta hombres firmaron la Declaración de Seneca Falls o Declaración de sentimientos en la que se reivindicaban los derechos de las mujeres. Sin embargo, los países del norte fueron los pioneros en establecer la igualdad política por sufragio universal en 1910.
La reivindicación de los derechos laborales.
Las autoras Flora Tristán y Rosa Luxemburgo, defendieron los derechos laborales de las mujeres, ya que ganaban un sueldo inferior al de los hombres, quienes no aprobaban que desempeñasen tareas fuera del hogar.
Ambas emprendieron la primera ofensiva de la Revolución Proletaria Mundial, en su lucha que enfrenta al proletariado y la burguesía por los derechos de la clase obrera. Los varones obreros no consideraban necesaria la igualdad de las mujeres. Para convencerles, Flora Tristán redactó las siguientes palabras: A vosotros obreros, que sois las víctimas de la desigualdad de hecho y de la injusticia, a vosotros os toca establecer, al fin, sobre la tierra el reino de la justicia y de la igualdad absoluta entre el hombre y la mujer.
Los movimientos feministas fueron los motores del cambio social
La Historia muestra que las mujeres sólo logrado importantes conquistas sociales, a través de las luchas que les permiten hoy en día, gozar de los derechos que les han sido negados en el pasado. Las reivindicaciones y éxitos de las mujeres han permitido seguir avanzando en la igualdad de derechos, beneficios, oportunidades y trato.
Las mujeres, igual que los hombres, tienen derechos comunes que van desde el derecho al trabajo, a la libertad de expresión, a su participación en la política, a estudiar, al sexo, a la cultura y el derecho al ocio.
La mujer actual se ha hecho presente precisamente al salir a trabajar siendo personas independientes que actúan en forma independiente.
Actualmente, los movimientos feministas están presentes en los ámbitos académicos, en la investigación y en los cambios sociales, pero más escasamente en la opinión pública. Sin embargo, las mujeres han hecho avances importantes en los últimos años.
En las sociedades más avanzadas de nuestro tiempo, los movimientos feministas en particular, difícilmente podrán ser detenidas pese a muchas estrategias que puedan ejecutarse para contrarrestarlas.
Es importante recordar que la Declaración Universal de Derechos del hombre establece lo siguiente: «Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos». Las personas son libres iguales, autosuficientes, a las que su comunidad reconoce el derecho a ejercer todas sus capacidades y potencialidades, debido a que son ciudadano o ciudadana no es sólo tener derechos civiles o políticos, sino es también tener derechos económicos, culturales y sociales y que todos formamos parte de una comunidad.
Los movimientos feministas
Los movimientos feministas tienen su origen en la Declaración de los Derechos Universales de igualdad y de libertad promovidos en la Revolución Francesa y en la Ilustración, donde las mujeres levantaron su voz para reivindicar la igualdad de derechos.
Las sufragistas planteaban diversas reivindicaciones como el derecho a la educación y a tener un trabajo remunerado. La participación política condujo a las mujeres a conseguir otras demandas como el derecho al voto.
El movimiento sufragista se desintegra, luego de conseguir que se les otorgue el derecho al voto a las mujeres en muchos países occidentales. Sin embargo, a finales de los setenta resurge el feminismo como un movimiento social.
Ahora, las reivindicaciones de las mujeres se plantean en tres grandes áreas de actuación: el derecho a la sexualidad, al control de su cuerpo y a decidir libremente sobre su maternidad; las relaciones entre los hombres y mujeres deben ser un componente de poder y, finalmente, la división entre lo público (la economía, la política y cultura) y lo privado (la familia) y que el rol que tiene en el ámbito privado es tan importante para el funcionamiento social como el público. Asimismo, afirman que la familia es también una unidad de producción de bienes y servicios.
A partir de estas demandas feministas surgen las reivindicaciones concretas que se centran en: el derecho al aborto; la paridad como forma de suprimir la jerarquía hombre/mujer y el poder masculino; y la exigencia de que el trabajo doméstico y los servicios que desempeñan las mujeres en el hogar sean reconocidos y compartidos. Muchas de estas demandas han sido incorporadas a la agenda de los poderes públicos que comienzan a implementar políticas específicas.
Referencia
https://aulaintercultural.org/guiaddhhmujeres/cap2/primreivindicaciones.htm
https://partidocomunistaconsejista.blogspot.com/2010/07/el-ciclo-flora-tristan-rosa-luxemburgo.html
http://recursostic.educacion.es/secundaria/edad/4esoetica/quincena12/quincena12_contenidos_3.htm
http://www.mujeresenred.net/spip.php?article135