Juan Lovera (1776 – 1841) fue un importante pintor venezolano conocido como el ‘Pintor de los Próceres’; quien con su pincel ha dado vida a cuadros emblemáticos que han marcado la historia de Venezuela. Este artista venezolano fue el último pintor colonial y el primero republicano.
Conociendo sus inicios
Juan Lovera, nacido en Caracas el 26 de diciembre de 1778, fue hijo de Atanasio Lovera y de Juana Rosalba Arriechedera; ambos pardos libres.
Sus inicios como un pintor artesanal fue cuando estudió pintura de la mano de los frailes en el Convento de los Dominicos – llamado San Jacinto. Luego, fue discípulo del pintor colonial Antonio José Landaeta.
A los 21 años contaba con un taller en Caracas para trabajar, época en la que pintó retratos de ilustres personajes como Alejandro de Humboldt en 1799 y Aimeé Bonpland.
Juan Lovera también fungió como pintor-decorador de iglesias, y para 1808 trabajó en la reconstrucción de la parroquia del pueblo de La Victoria, en el estado Aragua; restaurando el retablo y pintando un retrato del Padre eterno.
La huida hacia el oriente, tras la invasión realista en Caracas
Militó por la causa independentista de los territorios americanos, por lo que fue perseguido tras el triunfo del realista Domingo de Monteverde, en 1812.
Al formar parte de movimiento emancipador venezolano, Lovera tuvo que huir de Caracas hacia el oriente del país; radicándose por un tiempo en la ciudad de Cumaná.
La invasión del ejército de José Tomás Boves, supuso la caída inminente de la ciudad de Caracas y el fin de la Primera República de Venezuela a manos del ejercito realista.
Lovera estuvo alejado por un tiempo de la pintura, pero para 1820 retomó su pasión y trabajó en una de sus mejores obras religiosas, el cuadro de La Divina Pastora.
También decoró con sus pinturas el Cabildo Municipal de Caracas, entre 1821 y1823; fue nombrado Corregidor de Caracas, en 1821; y un año más tarde ocupó el cargo de Alcalde ordinario del Cabildo caraqueño.
Pinturas que marcaron la historia de Venezuela
El pintor venezolano realizó dos obras de valor histórico que retratan hechos icónicos de la historia de Venezuela: ‘El tumulto del 19 de abril de 1810, pintado en 1835, y El 5 de julio de 1811, pintado en 1836; pinturas que representan la proclamación y la firma del acta de Independencia de Venezuela, respectivamente.
Juan Lovera, el pintor de los próceres
Juan Lovera fue testigo de los acontecimientos que llevaron a la firma de la independencia de Venezuela. En ambos cuadros aparecen los próceres que intervinieron en el movimiento independentista de Venezuela. Por ello, Lovera es considerado como «el pintor de los próceres».
El artista caraqueño realizó retratos de Antonio Muños Tebar (1813), de Francisco Antonio Paúl (1820), la Divina Pastora (1820), Cristóbal Mendoza (1823), José Antonio Páez (1824), Simón Bolívar (1827) y José María Vargas (1836); entre otros.
En 1828, Juan Lovera fundó el primer taller litográfico de Venezuela en Caracas, conjuntamente con el coronel Francisco de Paula Avendaño.
En los últimos años de su vida se dedicó a enseñar en una academia de dibujo dirigida por Vicente Méndez, mostrando especial interés en sus discípulos Pedro Lovera y Celestino Martínez; y fue profesor de la Academia de Dibujo en Caracas.
El 20 de enero de 1841 el pintor Juan Lovera falleció en Caracas.
Antecedentes históricos del movimiento independentista
Un documento real del rey Carlos I, con fecha del 27 de marzo de 1528, declaró a Venezuela como una provincia controlada y dirigida en beneficio de España. Esta situación persistió hasta la primera década del siglo XIX, cuando comenzaron a manifestarse los indicios de independencia.
La invasión de España de Napoleón Bonaparte en 1808 debilitó el poder español en América, y en consecuencia, unos pocos criollos venezolanos, entre ellos Francisco de Miranda, aprovecharon la situación para difundir ideas independentistas.
El 19 de abril de 1810, un levantamiento popular que forzó a renunciar al Capitán General rompiendo con el Consejo de Regencia español. Finalmente, el 5 de julio de 1811 se firmó el Acta de Independencia y se comenzó la redacción de una constitución, la primera en Hispanoamérica. Sin embargo, las luchas con España continuaron hasta 1824.
En 1819, Simón Bolívar estableció la República de la Gran Colombia, formada por Nueva Granada (actual Colombia), Ecuador y Venezuela. La unión se disolvió en 1829, cuando Venezuela anunció su secesión y los tres países asumieron su independencia.
El arte inspirado en la independencia
A principios del siglo XIX, las artes se practicaban a nivel artesanal. Al igual que en la época colonial, los maestros artesanos impartían instrucción a los aprendices en sus talleres. Pero, el avance cultural cobró fuerza hasta la segunda mitad del siglo XIX.
Uno de los artistas más destacados de la época fue Juan Lovera, quien se dedicó al retrato, y produjo dos obras dedicadas a los momentos álgidos de la historia venezolana, las composiciones del 19 de abril de 1810 y del 5 de julio de 1811.
El logro de la independencia venezolana también despertó el interés de artistas extranjeros, como Ambroise-Louis Garneray. También se ejecutaron pinturas épicas por encargo. Por ejemplo, José Antonio Páez encargó cuadros épicos para su residencia en Valencia al pintor Pedro Castillo.
Por su parte, el artista Martín Tovar y Tovar también tomó la iniciativa de retratar la Firma del Acta de la Independencia.
Actualmente, la pintura original Juan Lovera se encuentra en el Concejo Municipal de Distrito Capital; mientras que la obra de Tovar y Tovar está en el Salón Elíptico del Palacio Federal Legislativo, lugar que alberga al Acta original.
Referencias
https://www.telesurtv.net/news/juan-lovera-pintor-venezolano-obra-20181226-0024.html
https://www.ivenezuela.travel/juan-lovera-biografia/
https://es.wikipedia.org/wiki/Juan_Lovera