En el nuevo mundo de la moda, el mantra de los diseñadores emergentes es repensar la industria de la moda con modos diferentes. Menos elitista, más justa y más audaz en cuanto a ideas, artesanía y estilo.
Hubo un momento durante el desfile de modas de Balenciaga realizado en la Bolsa de Valores de Nueva York en mayo pasado, cuando las pantallas del índice bursátil de repente comenzaron a parpadear y pixelarse al ritmo de la banda sonora tecno; mientras en la pasarela estaban modelos con máscaras de látex y sobredimensionadas, los trajes desfilaron. Es el remix de baile extendido de la era del capitalismo tardío. Pese a la pandemia, el conflicto cultural, el conflicto real, la crisis climática, la inflación, la música sigue repitiéndose en un bucle sin fin, mientras bailamos a su ritmo.
Cuando está en su mejor momento, la moda nos muestra el presente. A través de una colección, vemos una instantánea estilizada de nuestro tiempo -sus obsesiones, sus sueños, sus angustias, sus estrategias para dar sentido al mundo-; y es precisamente esta reactividad al presente para indicar el camino a seguir hacia algo nuevo. Como dijo Diana Vreeland sobre el espejo que la moda ofrece a la sociedad, “podemos ver el acercamiento de una revolución en la indumentaria”.
Alessandro Michele: “Repensar la moda de nuevas maneras” | El nuevo mundo de la moda
Los diseñadores que aparecen en este portafolio están comprometidos a «repensar la moda de nuevas maneras», como dice Alessandro Michele, director creativo de Gucci, refiriéndose a su enfoque idiosincrásico para reinventar una marca histórica para traerla a la era moderna. Un proceso en constante evolución.
Según Michele, esto significa aceptar el hecho de que la moda ya no está destinada a hablar a una élite de profesionales; un punto de vista compartido por Telfar Clemens de Telfar, a pesar de las diferencias que separan a los dos diseñadores.
Michele también tiene similitudes con Marine Serre, una upcycler parisina muy sui generis, que comparte con él la apuesta por la sostenibilidad, y que parte de la respuesta al problema de la sobreproducción en la industria de la moda está en la continuidad estética. Serre, que tiende a utilizar los mismos materiales y estampados en múltiples colecciones, espera que los consumidores estén un poco menos obsesionados con la búsqueda constante de novedades.
«Hay una diferencia entre novedad e innovación», observa. «El primero dura solo un momento, mientras que el segundo cambia la forma de ver las cosas», dice Marine Serre.
Demna: “La moda es una herramienta” | El nuevo mundo de la moda
De hecho, la producción incesante de novedades, como medio para estimular las ventas, está en el corazón del modelo comercial de la moda contemporánea. Esto es especialmente cierto en el caso de las marcas de moda rápida, que renuevan su inventario prácticamente todos los días; pero el imperativo de producir una variedad de productos se extiende al pináculo del lujo.
Según el director creativo de Balenciaga, Demna Gvasalia, las máscaras de látex vistas en el desfile podrían interpretarse como una referencia a nuestra relación muchas veces fetichista con las cosas, y al riesgo de que seguir las tendencias acabe borrando al individuo.
«La moda es una herramienta», explica. “Puede ser un disfraz, una forma de camuflaje, o puede ayudar a darle vida a su identidad visual. Corresponde al consumidor decidir cómo usarlo».
En otras palabras, el desfile de Demna fue una postura crítica, no una elección fácil, teniendo en cuenta que la casa de moda Balenciaga sigue atada al antiguo modelo de producción. Pero esto también refleja el momento histórico. Estamos en una etapa intermedia.
Las redes sociales también han obligado a los diseñadores y sus marcas a ser coherentes con las posiciones progresistas adoptadas en público; impulsándolos a adoptar políticas más inclusivas en la elección del personal de la empresa y los rostros de las campañas publicitarias.
Paloma Elsesser: «Hay una disonancia cognitiva considerable» | El nuevo mundo de la moda
Si bien la industria, en su conjunto, ha dado grandes pasos en ampliar su espectro demográfico, en multiplicar puntos de vista, en abrazar la diversidad física y étnica y en cuestionar el binomio de género.
«Hay una disonancia cognitiva considerable», dice Paloma Elsesser, una de las pocas modelos de talla grande que surgió en la última media década. «A veces, camino para marcas que no producen ropa de mi talla, pero el hecho de que esté en esa pasarela indica que el panorama de la moda ha cambiado».
Mientras tanto, se han cuestionado algunas prácticas industriales establecidas. En particular, el estricto calendario de semanas de la moda y la entrega de productos a las tiendas antes de la temporada, que está siendo reemplazada por la práctica de «lanzamientos» y ventas directas a los consumidores «ver ahora, comprar ahora».
Como industria, la moda tiene la difícil tarea de construir un puente hacia el futuro mientras opera la inestable infraestructura que ya existe. Si bien esto puede ser confuso y, a veces, frustrante, por otro lado, sin duda, es emocionante.
A falta de un camino ya definido, los diseñadores más curiosos y creativos se lanzan a furiosos procesos de experimentación, trazando el camino que otros podrían seguir hacia una moda de futuro menos costosa, más equitativa y, sobre todo, más atrevida en términos de ideas, artesanía y estilo. El secreto es no volver atrás.
Babak Radboy: “Es fácil sobrestimar el cambio” | El nuevo mundo de la moda
“Es fácil sobrestimar el cambio”, observa Babak Radboy, socio de Clemens en Telfar, refiriéndose a las convulsiones políticas y sociales. “La moda, pero no solo, quiere transmitir la idea de que se ha conseguido el objetivo, cuando en realidad, si miramos quién detenta el poder y cómo funcionan las cosas, sólo ha habido un cambio mínimo”.
Y Clemens agrega:
«Después de dos años de declaraciones de intenciones altisonantes, todos han descubierto cómo volver al viejo modelo de negocios sin enojar a la gente».
Un nuevo lenguaje está emergiendo de un viejo léxico. Este es el estado de la moda hoy en día, una situación en ciernes. Con la vista puesta en el horizonte, nos unimos a los diseñadores de este portafolio para celebrar la oportunidad de explorar nuevos territorios.
DEMNA – Balenciaga
Demna es posiblemente la diseñadora más influyente de su generación. Al frente de Balenciaga desde 2015, reintrodujo allí la alta costura tras un paréntesis de medio siglo y reinterpretó la moda a su imagen y semejanza; mezclando vuelos de fantasía e interpretaciones espejo de la sastrería y el streetwear con marcadas implicaciones sociales.
En el desfile de Balenciaga celebrado en la Bolsa de Valores de Nueva York, la sastrería estuvo representada por una selección de las siluetas arquetípicas de Demna: vestidos y abrigos con enormes proporciones y hombros caídos, mientras que llevar el estandarte de streetwear fue una reelaboración de las icónicas tres rayas (patrón de Adidas).
Telfar Clemens – Telfar
El fundador de Telfar, Telfar Clemens, a la hora de organizar un evento, suele hacerlo en su tiempo libre. Durante años, la marca ha sido desairada por el establecimiento de la moda, a pesar de que su ropa de calle experimental ha encontrado acólitos en el mundo del arte. Empezando por Babak Radboy, artista, luego director creativo de Telfar y luego socio de Clemens.
«No creo que sea una coincidencia que ganáramos el Premio CFDA/Vogue», dice Radboy sobre el momento en que la moda se fijó en Telfar, cuyo estilo había evolucionado mientras tanto hacia algo mucho más accesible.
El dúo sentó las bases para un modelo de negocios independiente, que incluye ventas directas a los consumidores; y lanzó Telfar TV, una plataforma de lanzamiento de códigos QR para la distribución de productos. La popularidad de la marca continúa creciendo, especialmente entre los compradores que alguna vez fueron ignorados por la corriente principal.
«Me siento mucho más fresco ahora», dice Clemens. «Ahora sé que estoy dibujando para personas reales».
Alessandro Michele – Gucci
Desde que se hizo cargo de Gucci en 2015, Alessandro Michele ha infundido a la marca una ética de «mi casa, su casa», que se refleja en sus creaciones eclécticas y exuberantes, en la promoción de jóvenes diseñadores y en la mezcla de edades, etnias y tipos de cuerpo e identidad de género que caracterizan las campañas y desfiles de moda de la maison.
Su amor por el exceso, sin embargo, también tiene un lado negativo. Si una empresa dedicada a la producción en masa puede considerarse realmente «sostenible» es un tema de debate; pero Michele y el presidente y director ejecutivo de Gucci, Marco Bizzarri, están estableciendo objetivos ambiciosos, que van desde la reducción de residuos y emisiones hasta la redefinición del suministro en cadena.
Para Michele, sin embargo, el cambio más importante podría ser el estético.
«Me gusta absorber ideas, me encanta mezclar, pero ahora mismo mis instintos me dicen: despacio, cálmate y sé tú mismo. Este es el siguiente paso. Después de tantas voces, silencio».
Jonathan Anderson – Loewe & JW Anderson
Es fácil quedar fascinado por la complejidad de una colección de Jonathan Anderson para Loewe o JW Anderson: lo ordinario se encuentra con lo extraordinario, lo comercial se reconcilia con lo experimental y lo retro se confronta con el futuro.
Nicolas Ghesquière – Louis Vuitton
Pocos diseñadores están tan fascinados como Nicolas Ghesquière por la posibilidad de combinar moda y tecnología. En mayo, el director creativo de Louis Vuitton presentó su colección crucero 2023 en el entorno futurista del Instituto Salk, California, con hombros de guerreros de ciencia ficción y mangas extraterrestres que parecen medusas.
Uno de los looks de la colección ha sido reinterpretado por los artistas Justin Ridler y Sarah Woodall, cuya actividad creadora de imágenes en el ámbito de la moda anula la diferencia entre lo virtual y lo físico. El papel que juega la tecnología en la obra de Ghesquière, además, es alquímico: le permite moverse a través de los siglos y romper los límites entre lo orgánico y lo sintético.
“Me hizo pensar en el vínculo íntimo que une la noción de moda y la del tiempo”, dice sobre la colección. “Porque la moda no solo refleja el presente, sino que también juega un papel fundamental en la configuración de nuestro futuro”.
Precious Lee, Paloma Elsesser & Devyn Garcia
El cuerpo de una mujer es un campo de batalla, como nos han recordado sentencias recientes. Ya sea lo que una mujer puede o no puede hacer con su anatomía o cómo debería verse, la pregunta central del conflicto es la misma: ¿qué tan libre es una mujer para ser ella misma? Desde este punto de vista, la visibilidad de modelos como Paloma Elsesser, Precious Lee y Devyn Garcia es una extraordinaria afirmación de la libertad femenina.
«En un momento en el que puede ser difícil confiar, esto es una señal de progreso real», dice Elsesser, refiriéndose no solo a la tan esperada apertura a modelos que, como ella, no caben en talla 0, sino también a el incremento de marcas emergentes que han hecho de la inclusión a nivel físico un principio básico en el diseño de colecciones.
Si bien ver modelos como estas en las pasarelas y en campañas publicitarias puede ayudar a paliar la presión cultural que aún impone a las mujeres jóvenes por tener un físico esbelto, hay que decir que, para los directamente afectados, ocupar el papel de abanderada implica algo de complicaciones, además de cierta satisfacción.
“Me siento bendecida de poder compartir este momento de transición con mujeres que admiro, con quienes puedo hablar libremente sobre lo extraño que puede ser caminar por este terreno”, dice Elsesser. «Hay una afinidad real, una especie de hermandad. Este es el sentido de todo».
Daniel Roseberry – Schiaparelli
Nacido en Dallas, Daniel Roseberry fue el director de diseño de confianza de Thom Browne durante más de una década, pero en 2019, cuando Diego Della Valle le confió el timón de la histórica maison Schiaparelli, no tenía un perfil público.
La elección valió la pena, porque la visión de Roseberry, caracterizada por siluetas fuertes, decoraciones y bordados extravagantes, atrajo a personajes de alto perfil que aman hacer entradas con estilo, desde Beyoncé (en los Globos de Oro) hasta Lady Gaga (en la toma de posesión del presidente Biden)-, con el resultado del relanzamiento de la casa de alta costura fundada en 1927 por la aristócrata de origen italiano Elsa Schiaparelli.
Como observó Roseberry con motivo del desfile de su colección de alta costura otoño/invierno 2022-23, Schiap «entendió que todos necesitamos un poco de imaginación en tiempos complicados, una intuición que en el contexto actual cobra especial relevancia». Hamish Bowles.
Tyler, the Creator – Golf Wang & Le Fleur
En 2016, mucho antes de asistir a una semana de la moda, Tyler, the Creator organizó un espectáculo que se convirtió en uno de los más espectaculares jamás vistos en Los Ángeles; anticipando las experiencias inmersivas que están en el centro del debate de la moda actual.
El ecléctico hombre de 31 años -también es un rapero ganador de cinco premios Grammy- se adelantó a su tiempo cuando mostró a Paloma Elsesser; una modelo entonces poco conocida, con Kendall Jenner, Kanye West y Janelle Monáe animando en el estreno en linea. Al igual que el sonido que desafía el género por el que se hizo famoso, Tyler ha demostrado que puede crear un universo hipnótico propio. Seis años después de ese memorable desfile de moda, el éxito de sus marcas de estilo de vida Golf Wang y Le Fleur habla por sí solo.
Gabriela Hearst, Aneeth Arora & Marine Serre
Lejos de ser solo un episodio de greenwashing, la producción de ropa responsable es ahora finalmente una parte integral del sector, con algunas marcas que, distribuidas entre París y Nueva Delhi, anteponen las consideraciones ambientales, como Marine Serre, Gabriela Hearst, Péro, Ahluwalia, Bode y Rave Review.
Desde que fundó su marca en 2017, Marine Serre se ha comprometido con una misión de análisis riguroso de las cadenas de suministro; siendo pionera en el upcycling y educando a los consumidores (un ejemplo: su desfile parisino para el otoño/invierno 2022-23, configurado como una exposición antropológica, con un increíble 70 por ciento de los materiales en la colección “regenerados” de artículos de desecho).
La diseñadora uruguaya Gabriela Hearst, por su parte, ha llevado el ímpetu ecológico (y la inflexión artesanal) en la base de su marca homónima a la maison parisina Chloé, de la que es directora creativa. En 2019 presentó en Nueva York un desfile con cero emisiones de dióxido de carbono -una novedad absoluta para el sector-; y su última colección está confeccionada con materiales de desecho que van desde el tweed manchado hasta la pana de cachemir, pasando por la lana y el lino encerado.
La marca Péro de Aneeth Arora, fundada hace 13 años, tiene su sede en Nueva Delhi y colabora con artesanos de toda la India para crear colecciones basadas en las telas ligeras y preciosas, que se usan tradicionalmente para los saris.
El reciclaje está en el corazón de nuestra línea: no desperdiciamos nada”, dice Arora. «Nuestras telas son demasiado preciosas para desperdiciarlas».
Maximilian Davis – Salvatore Ferragamo
En marzo pasado, Maximilian Davis, de Manchester, de 27 años, fue nombrado director creativo de la maison artesanal florentina de casi 100 años de antigüedad Salvatore Ferragamo, dos años después de lanzar su marca homónima trabajando desde el dormitorio de su casa en Londres.
Refinadas, sensuales y cortadas con precisión milimétrica, las colecciones de debut de Davis – inmediatamente apreciadas por Rihanna, Dua Lipa y Kylie Jenner – son el resultado de un riguroso proceso de diseño que se origina en su aprendizaje (después del London College of Fashion) con Grace Wales Bonner. Los modelos también reflejan la herencia familiar del diseñador, desde los vestidos de domingo que usaba su padre hasta los discos de música calipso de su abuela.
A la espera de debutar en la Semana de la Moda de Milán en septiembre con su primera colección para Ferragamo, Davis indagó en los archivos «para identificar los próximos códigos de la maison». Y explica: «Se trata de transfundir el refinamiento de mi marca en lo que es Ferragamo hoy».
La narración de Davis, que va desde los lugares de nacimiento de sus padres en Trinidad y Jamaica hasta los clubes nocturnos del este de Londres; ahora está firmemente arraigada en el horizonte renacentista de Florencia.
“Mis proyectos siempre parten de algo muy personal”, dice. “Pero últimamente he estado tratando de entender a Salvatore. Me uno a la familia Ferragamo».
Fashion’s New Faces
Desde principios de la década de 1980, la implementación de iniciativas destinadas a promover y nutrir a los diseñadores emergentes (CFDA / Vogue Fashion Fund, desde 2003, Who Is On Next?, desde 2005, y BFC / Vogue Designer Fashion Fund, desde 2008), representó un avance revolucionario en la industria de la moda.
Ya conoce los nombres que estos proyectos ayudaron a lanzar en todo el mundo, desde Proenza Schouler hasta Erdem y Paul Andrew. Los 29 finalistas de este año están repartidos entre Estados Unidos y Europa, pero, más allá del aspecto geográfico, estos creativos encarnan las aspiraciones y valores de la próxima generación de la moda. No se trata solo de qué marcas usaremos en el futuro, sino también de lo que la industria de la moda representará y en lo que creerá mañana.
Christopher John Rogers | El nuevo mundo de la moda
Con 26 años de edad, Christopher John Rogers, de 26 años, ha conseguido que su nombre suene en la industria de la moda, al presentar su primera colección como creador en la Semana de la Moda de Nueva York.
El diseñador se alzó con el primer premio otorgado por el Consejo de Diseñadores de Moda Americana (CFDA). Sus prendas tienen una estética grandilocuente muy presente en sus piezas a través de los volúmenes; así como también, en la explosión de color con efectos caleidoscópicos, dos conceptos que que él mismo define como prendas “emocionales y sensibles” comprometidas con la diversidad y la inclusividad.
