Las colecciones de otoño y la alfombra roja parecen confirmar el retorno de la estética bondage.
Del chándal al arnés y la máscara que cubre el rostro completamente, las colecciones de 2021 han demostrado ser una tendencia a base de lúrex, lentejuela, plumas y metalizados. El látex y el cuero hace acto de presencia, orientándose hacia la estética bondage como el atuendo que lució Iris Law en el evento de Bulgari.
La estética bondage en la MET Gala 2021
La MET Gala 2021 fue el epicentro de esta tendencia por los looks que llevó Kim Kardashian, con una enfundada entera de cuero negro, sobre la alfombra roja. Se trataba de un conjunto negro elástico firmado por Demna Gvasalia, el cual a la empresaria no se le veía rostro y complementado por una infinita coleta XL.
Por su parte, Evan Mock se presentó con una máscara de látex con los ojos cubiertos y unos pinchos metalizados dispuestos a modo de cresta; un accesorio del diseñador norteamericano, responsable del estilismo de Erykah Badu.
Kourtney Kardashian, se enfundó en un body de cuero con correas, mitones y gorra, combinadas con medias de rejilla en la alfombra roja con otro corsé negro de cordones; lo que recuerda a los MTV VMA, cuando Madonna se subió al escenario del Barclays Center de Nueva York, llevando este look. Igualmente, Ashanti lució un vestido de tiras ‘bondage’.
Kim Petras llevó debajo de su babydoll bordado de Richard Quinn, unas medias de látex negro y una máscara que solo dejaba al descubierto los ojos, la nariz y la boca. El diseñador británico es uno de los creadores que reafirman el retorno de la moda fetichista. Lo que recuerda la estética sado que mostró Leigh Bowery en sus performances como la combinación entre vestidos mini y máscaras en una presentación de 1988.
Las combinaciones estilísticas de Kwaidian Editions o Melitta Braumeister suavizan la imagen de dominatrix; y idea de la máscara puede teñirse de rosa como en Walter van Beirendock. Thom Browne también oculta el rostro de sus modelos, mientras que Vetements apuesta por la ropa de encaje y estilismos, incluidas las esposas.
Elementos fetichistas de inspiración ecuestre
Por otra parte, la colaboración entre Gucci y Balenciaga también sumerge diferentes elementos fetichistas de inspiración ecuestre. Los arneses sobre vestidos y trajes de chaqueta que incorporan collarines de cuero y cadenas metalizadas son accesorios muy comunes en la estética bondage. Igualmente, los bolsos con un mango con pelo y el látigo fetichista o la fusta equina pasan a formar parte de este tipo de indumentarias.
Y es que de nuevo las prendas fetichistas en los diferentes entornos de la moda parece derivar de la progresiva tendencia de volver a enseñar piel.
La sesión de fotos de la cantante Billie Eilish incrementó las búsquedas en la plataforma de datos Lyst de corsés y de catsuits; dos piezas que que inciden en las curvas y muestran el cuerpo casi al desnudo. El retorno de las estética de los 2000 también contribuyó a este propósito a fuerza de corsés, tops y faldas micro y tangas al aire.
Desnudos, escenas íntimas e indumentaria fetichista
La portada de Billie Eilish en la edición británica de Vogue se ha viralizado en las redes sociales en cuestión de horas. Y es que la artista posaba con corsé y medias emulando a un pin up de los años 50.
Previa a la pandemia, las colecciones daban protagonismo a las transparencias o las lencería clásica. La situación actual ha traído de vuelta esta tendencia de la estética bondage: Nensi Dojaka, una de las diseñadoras más buscadas en el último trimestre, según lo publicado en el portal de Lyst, centra sus propuestas en las transparencias, los vestidos lenceros y el ‘flossing‘, el arte de atarse lazos al cuerpo como un ‘bondage’ suave. La plataforma también hace referencia al repunte del corsé, la minifalda y las prendas de vinilo.
Por su parte, Alessandro Michele, director creativo de Gucci, lleva varias temporadas aproximándose al concepto de sexualidad desde distintos ángulos, a través de su última colección prepandémica; la cual incluía mensajes como ‘Orgasmique’ en las prendas.
El director creativo italiano recupera y reformula algunos de sus grandes éxitos en Gucci que convierte los arneses y los elementos de equitación en accesorios del fetichismo.
Pero también había otro protagonista en la colección: Tom Ford, el rey del porno chic, hacía caja con la idea de la sexualidad y campañas que apelaban explícitamente al erotismo; Calvin Klein vendía vaqueros a través de cuerpos desnudos difrazados de naturalidad o una jovencísima Brooke Shields clamando: ‘ no hay nada entro yo y mis Calvins’); firmas de ropa casual, como Abercrombie and Fitch, utilizaban el señuelo del cuerpo perfecto, mientras que American Apparel se convertía en el estandarte de las campañas sexualmente explícitas.
La mercadotecnia del sexo en 2021
Sesiones e imágenes incitantes, desnudos para vender colecciones hasta que la llegada de las redes sociales, acabaron con el marketing del sexo.
Abercrombie cambió los torsos por escenas más naturales, mientras que Calvin Klein comunicaba sus mensajes; a través de artistas jóvenes y/o activistas por la diversidad de género y raza.
Después de que la estrella de Victoria’s Secret se fue apagando, empezó a brillar Fenty, la línea de lencería de Rihanna; siendo la pionera de lo que ha denominado ‘nuevo sexy’, mujeres diversas y cómodas en su piel.
Durante los últimos cinco años la imagen de la mujer en la moda ha ido cambiando, al ocupar puestos de dirección artística en grandes casas; apostando por otros criterios a la hora de crear colecciones. El miedo a una nueva polémica y el auge de del feminismo han dado paso para el empoderamiento. Por ello, la nueva mercadotecnia del sexo en 2021 apela al deseo y la emoción pero desde el punto de vista del activismo y la naturalidad: la campaña de primavera de Jacquemus, ‘L’amour’, en la que muestra a varias parejas tocándose y besándose desde un enfoque intimista; la de Koche presenta a tres modelos, incluídos hombres y mujeres, desnudos y rodeados del equipo de la casa; en Sandro insinúan una fiesta íntima entre un gurpo de jóvenes.
La estética bondage y el auge de la moda fetiche
Aunque la pandemia pudo perjudicar a los sectores minoristas, los juguetes sexuales y la moda fetichista aumentaron las cifras de ventas de estos productos.
Los diseñadores de moda fetichista de Los Ángeles afirman que la venta de sus productos fueron fuertes el año pasado. Y es que se trata de una categoría que incluye trajes, ropa interior sin entrepierna, bralettes, mordazas y pantalones de cuero, látex, vinilo, silicona o caucho sintético.
“En comparación con 2019, las ventas crecieron un 466% en 2020”, dice el diseñador Mariano Cortez, del estudio de moda fetichista Busted.
La diseñadora Laura Petrielli-Pulice, fundadora de la boutique de ropa fetichista Vex, dice también tener un aumento en las ventas con más de 3.093 prendas vendidas, a través de su sitio web.
“Mis ventas por Internet aumentaron un 145% el año pasado”, dice Petrielli-Pulice.
La moda fetichista es una forma de vida
La ropa fetichista ha sido una subcategoría en la industria de la moda donde las personas tienen reacciones ante la desnudez o el contacto físico; y que se conjugan con el movimiento de telas y materiales como el látex, el vinilo y el cuero.
En 1974, Vivienne Westwood demostró que los temas fetichistas, “se asimilaban cada vez más a la moda”, según lo señala el libro de la historiadora Valerie Steele, “Fetish: Fashion, Sex & Power”. Fue entonces cuando la diseñadora británica ceró su boutique fetichista, Sex.
Desde entonces, la ropa fetichista ha aparecido en desfiles de moda de Christian Dior, Thierry Mugler, Dolce & Gabbana, Givenchy y Versace; así como los diseñadores y minoristas que han generalizado y diversificado sus colecciones fetichistas.
Uno de los materiales más populares utilizados en la ropa fetiche es el látex, cuya textura distintiva se adhiere y moldea fácilmente el cuerpo.
“El látex es completamente diferente de otros materiales porque, para algunas personas, es una forma de vida”, dice Renee Dekker, directora de marketing y negocios de la tienda de moda fetichista Demask, en los Países Bajos.
Referencias
https://www.vogue.es/moda/articulos/moda-fetichista-retorno-2021-pasarelas-alfombra-roja