Carmen Amaya, la bailaora que inspiró la nueva Colección Crucero de Dior en Sevilla

Magnética, instintiva, arrebatadora, electrizante… El vertiginoso baile de Carmen Amaya la llevó a convertirse en una estrella internacional que hizo a suspirar a Roosevelt con su taconeo.

Carmen Amaya –“La Capitana”– ha sido la inspiración de Maria Grazia Chiuri, directora creativa de Dior, para presentar el desfile de la casa en Sevilla. Convencida de la importancia de rescatar figuras femeninas clave de la cultura internacional, reivindicó la figura de una de las bailaoras más queridas del arte español.

El director de orquesta italiano Arturo Toscanini, Charles Chaplin, Greta Garbo, Marlon Brando y Orson Welles, fueron sus más fervientes admiradores. Welles afirmaba que Carmen era “la mejor bailarina del mundo”.

Carmen Amaya

Carmen Amaya en el desfile de la colección Crucero 2023 de Dior

Para el desfile de la colección Crucero 2023 de Dior, fue invadido por la bailaora catalana y el resto de carteles inspirados en ella que engalanaron la ciudad española.

Sevilla fue el epicentro mundial de la moda gracias al desfile de la colección crucero 2023 de Dior, celebrado el 16 de junio en la emblemática Plaza de España. Un auténtico espectáculo a cargo de Maria Grazia Chiuri que ha logrado revolucionar la ciudad hispalense y, lo más importante, situar Andalucía en el mundo de la moda.

Y es que Maria Grazia Chiuri engalanó paralelamente toda la ciudad hispalense con carteles en uno de los grandes atractivos turísticos de la comunidad autónoma, el flamenco. Concretamente, en uno de los rostros de renombre de esta manifestación artística durante el siglo XX, Carmen Amaya.

 

carmen anaya bailando

¿Quién es Carmen Amaya?

Nacida en Barcelona, el 2 de noviembre de 1918, Carmen Amaya heredó el amor por el flamenco de su padre, el popular guitarrista José Amaya.

Desde una edad muy temprana, Carmen comenzó a mostrar su talento en el tablao. Tras hacerse un nombre dentro de Barcelona, la también conocida como La Capitana se dio a conocer en el panorama nacional e internacional gracias al Trío Amaya, grupo de flamenco que formó con su tía, la Faraona y su prima María Amaya, que estuvieron de gira por Europa y Latinoamérica.

Para Carmen Amaya, la bata de cola suponía un problema a la hora de realizar movimientos y desafiando el sistema patriarcal vigente, y decidió vestir con pantalones para mostrar la majestuosidad de su taconeo como una verdadera bailaora.

carmen amaya en un tablao

Carmen Amaya pasó de la barriada de Somorrostro a conquistar Hollywood.

Somorrostro era una de esas zonas donde Barcelona donde las vidas de sus habitantes eran precarias que pasaban penurias día y noche sin agua potable ni luz. En una de esas barracas, la número 48, vivía la familia Amaya Amaya. El padre de Carmen,José Amaya “El Chino”, iba en la ciudad tocando su guitarra por las sórdidas tabernas, acompañado de su esposa, Micaela Amaya Moreno, gitana de raza, quien era una bailaora de zambras y farrucas entre pucheros.

A Carmen mamó el flamenco desde la cuna y el mar le enseñó a bailar, de ahí que su primera idea del movimiento le viniera inspirada por el vaivén de las olas. Le gustaba bailar descalza en la orilla del mar y correr por la arena, lo que le servía para ejercitar sus atléticas piernas.

Aprendió a bailar al compás de la guitarra de su padre y el tablao de su tía Juana Amaya “La Faraona”.

En el 1929 actuó en París con la compañía de Raquel Meller y debutó en el cine con la película La Bodega de Benito Perojo. Pocos años más tarde, se consagró con actuaciones en teatros madrileños como La Zarzuela donde compartió cartel con Conchita Piquer y Miguel de Molina. También hizo su carrera cinematográfica actuando en los filmes, La Hija de Juan Simón y María de la O, junto a Pastora Imperio.

carmen amaya bailando en sevilla

Carmen Amaya impresionó al presidente Roosevelt

El inicio de la Guerra Civil, la bailaora catalana sorprendió en Valladolid y tras huir a Lisboa, llegó junto a su inseparable familia a Argentina. Empezaron a hacer gira por Uruguay, Chile o Cuba hasta llegar a Nueva York.

Carmen arrasó en La Gran Manzana en el Carnegie Hall, actuó en dos ocasiones en el show de Ed Sullivan y en el Radio City, acompañada por Sabicas y Antonio de Triana.

El éxito que alcanzó Carmen Amaya en los Estados Unidos hizo que el propio presidente Franklin Roosevelt le envió su avión privado para verla actuar en Washington. El público enloquecía cuando los fandangos, las bulerías y las alegrías en los escenarios.

“La Capitana”, enfundada en su pantalón de talle alto y su chaquetilla corta, hacía que el público enloqueciera con los fandangos, las bulerías y la alegría en el escenario.

La Capitana

Sus últimos años de trayectoria profesional

En sus últimos años de trayectoria profesional dejó su legado cinematográfico para la historia del cine con su gran actuación en la película, Los Tarantos de Rovira Beleta. Un filme fascinante rodado en el Somorrostro y en el barrio chabolista de Can Valero que fue nominado al Óscar a la mejor película de habla extranjera.

Enfermedad y fallecimiento

La catalana vivió toda su vida enferma: sus riñones no alcanzaban a depurar las toxinas que genera el funcionamiento del propio organismo. El baile le le ayudaba a que la sudoración, ya que le facilitaba en el proceso de filtración, pero hubo un momento en que su cuerpo no lo soportó más.

Carmen Amaya murió en su casa de Begur, el 19 de noviembre de 1963, de una enfermedad renal a la edad de 45 años.

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