Ana Frank: La niña resilente que soñó con ser escritora

Ana Frank fue la niña que emocionó con la literatura, a través de su famoso diario donde relató sus vivencias el horror nazi. Era una joven resilente que ha tenido que vivir el horror de la guerra y ser una victima de de ella, al fallecer a la edad de 16 años en un campo de concentración de Bergen-Belsen, Alemania.

La Segunda Guerra Mundial fue una muestra de la crueldad que ha dejado saldos de muertes, tragedias y desolación.

Esta joven que soñaba con ser escritora registro sus vivencias cuando ella y su familia se escondían para escapar al exterminio nazi.

Ana Frank

Una joven de origen judío

Annelies Marie Frank nació en Frankfurt, Alemania, en el año 1929. Era hija de Otto y Edith, procedentes de una familia germana de descendencia judía. Cuando Adolf Hitler arribo al poder en 1933, Ana y su familia huyeron a los Países Bajos.

Tras el estallido de la Segunda Guerra Mundial, Alemania invadió a Holanda en 1940. Por ello, la familia Frank tuvieron que soportar las primeras secuelas de las leyes antisemitas y decidieron resguardar sus vidas en un escondite ubicado en unas habitaciones traseras, abandonadas en un edificio de oficinas de Ámsterdam.

En ese lugar permanecieron ocultos desde 1942 hasta 1944, cuando fueron sorprendidos por la Gestapo y fueron llevados a los campos de concentración, donde fallecieron. Su padre, Otto Frank, fue el único sobreviviente del holocausto, quien pudo dar testimonio de cada palabra escrita por la joven judía en su diario, tras su regreso a Ámsterdam, en Holanda.

Familia Frank

Éxodo y nueva patria

La República de Weimar fue alcanzada por el impacto ocasionado por el Crac del 29 que llevó a la recesión de la economía mundial. En las elecciones del 14 de septiembre de 1930, celebradas en Alemania, más de seis millones de personas votaron a favor del Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, dirigido por Adolf Hitler.

El 30 de enero de 1933, el presidente del Reich, Paul von Hindenburg, enfermó y nombró a Adolf Hitler canciller del Reich. Hitler hablaba de erradicar “el cáncer de la democracia” y señalaba a los judíos como enemigo.

Los padres de Ana, Otto y Edith Frank, decidieron emigrar a Holanda, sumándose a la lista de los cuatro mil doscientos fugitivos judíos que llegaron a Holanda, entre 1933 y 1934.

En Amsterdam, los Frank se instalaron en un segundo piso de un edificio de oficinas en el número 37 de Merwedeplain, en Ámsterdam.

Ana Frank

Ocupación nazi de Holanda

Preocupados por la situación política que se vivía en Holanda, Otto y Edith se plantearon abandonar Ámsterdam, pero las circunstancias los obligaron a quedarse. Mientras, el ejército nazi avanzaba imparable por Europa, la invasión de Holanda por tropas alemanas le dio un giro a la vida de la familia Frank y de los otros refugiados judíos que convivían con ellos.

“Después de mayo de 1940, los buenos tiempos quedaron definitivamente atrás”, escribió Ana en su diario, el 20 de junio de 1942.

Un día después de que la reina Guillermina huyera de Holanda, el 13 de mayo de 1940, el país comunicó su capitulación y la tropa de soldados alemanes entraron desafiantes en Amsterdam.

Tan solo siete meses después de la invasión, el padre de Ana se trasladó la empresa a un nuevo edificio austero de ladrillo, en el que que hoy alberga el museo y la fundación Ana Frank. Se trataba de dos casas: la primera, con fachada junto al canal, pero había una zona trasera, a la que se accedía por un estrecho pasillo, donde se ocultaría la familia Frank junto con otros refugiados judíos.

El 9 de febrero de 1941 se realizó la primera redada contra judíos, mientras que el Movimiento Nacionalsocialista Neerlandés estrechaban su control contra el “capital judío”. A finales de junio de 1942, los alemanes se proponían deportar a todos los judíos residentes en Holanda. Adolf Eichmann había acordado con Franz Rademacher, encargado de “asuntos judíos”, la deportación de unos cuarenta mil judíos a Auschwitz.

Estrella de David
Todos los judíos estaban obligado a portar la Estrella de David durante la ocupación nazi.

En la casa de atrás

“Querida Kitty: Desde la mañana del domingo hasta ahora parece que hubieran pasado años. Han pasado tantas cosas que es como si de repente el mundo estuviera patas arriba”, escribió Ana en su diario, el 8 de julio de 1942.

El paso a la clandestinidad de los Frank llegó el 5 de julio de 1942, cuando se ocultaron en la zona trasera del edificio de oficinas en Ámsterdam. Una estantería giratoria daba acceso a la parte trasera de la sede empresarial. El mundo se redujo para la familia Frank y los otros refugiados a un espacio de apenas cincuenta metros cuadrados.

edificio Opekta

Fachada principal del edificio Opekta, en la Prinsengracht.

La niña conmocionada por el repentino giro que tomaba su vida vivió aquellas primeras semanas en el escondite como una aventura; sin embargo, pasarían veinticinco largos meses encerrados. A pesar de que Otto y Edith habían planeado la logística de víveres, la vida en el escondite no era fácil. A Ana le tocó compartir un reducido con sus padres y tres adultos más, sin tener intimidad y sin la posibilidad de salir afuera. Fue sin duda una situación difícil, a la que la niña tuvo que adaptarse con cierta madurez.

Durante el encierro, Ana se dedicó a escribir su diario. En principio, como desahogo con una amiga, pero poco a poco desarrolló cualidades literarias. Ana dejó constancia de sus reflexiones sobre la relación conflictiva con su madre, la complicada convivencia con los otros refugiados, sus miedos y el terror nocturno por las alarmas antiaéreas.

Entrada al escondite de Ana Frank
Entrada al escondite, detrás de una biblioteca.

Deportación a Auschwitz

El 4 de agosto de 1944, a las diez de la mañana, aparcó un automóvil frente al edificio de Prinsengracht. El sargento de las SS Karl Silberbauer y varios de sus subordinados atendieron a un aviso anónimo hechoa a la Gestapo de que allí había varios judíos escondidos.

Los ocho detenidos salieron a la calle, deslumbrados por la luz del sol, después de veinticinco meses ocultos. Tras la detención, tanto los ocho judíos y sus auxiliadores fueron trasladados al cuartel general del Servicio de Seguridad y luego fueron conducidos los campos de concentración.

Los detenidos pasaron por un degradante examen médico en el campo de concentración y se vieron forzados a dejar sus ropas y vestir un mono azul de presidiario y usar zapatos de madera. Edith y las dos niñas fueron confinadas en un barracón junto a otras trescientas mujeres; y Otto fue llevado a un barracón de hombres. Los judíos estaban sometidos a disciplina de trabajo duro, sucio e insalubre debido a los vapores del cloruro amónico.

El 3 de septiembre de 1944, mil diecinueve judíos, entre ellos estaba la familia Frank, fueron trasladados en un tren de vagones para el transporte de ganado a Auschwitz, que los conduciría al fatídico destino.

Los hombres de las SS huyeron ante la llegada de los soldados del Ejército Rojo a Auschwitz. Así, Otto Frank se libró de morir asesinado en el campo, siendo el único sobreviviente de los ocho prisioneros judíos. Edith murió de inanición el 6 de enero de 1945, mientras que Ana y su hermana Margot fueron deportadas a Bergen-Belsen, donde murieron de tifus, en marzo del mismo año.

Auschwitz

El Diario de Ana Frank

El Diario de Ana Frank es un desgarrador testimonio del terror y acechos que vivieron los judíos en Holanda, durante la Segunda Guerra Mundial.

Ana Frank escribió un diario en el que narraba la difícil situación que le toco vivir con su familia y otras personas judías que se ocultaban de de los Nazis.

Cuando Ana Frank escribió su diario, jamás se imaginó que aquella pequeña libreta encuadernada con una tela a cuadros rojos y verdes, acabaría siendo su mejor amiga durante los veinticinco largos meses que permaneció encerrada en su escondite, a la que ella llamaba su querida Kitty:

me cuesta esperar cada vez que llegue el momento para sentarme a escribir en ti. ¡Estoy tan contenta de haberte traído conmigo!”, escribió el 28 de septiembre de 1942.

Tampoco podía imaginar que millones de personas leerían su diario, que sería uno de los documentos clave del horror del Holocausto y una de las obras de la literatura universal, declarada por la Unesco como Memoria del Mundo.

Otto leyó en el diario que Ana quería convertirse en escritora o periodista y su intención de publicar sus vivencias en la Casa de atrás. El 25 de junio de 1947, El Diario de Ana Frank es publicado en una edición de 3.000 ejemplares. Fue traducido a 70 idiomas diferentes, se escribe una obra teatral en Nueva York en 1955 y se filmó una película que ganó tres premios Óscar en 1959. .

En 1960, el escondite se convierte en un museo: la Casa de Ana Frank, y sede de la Fundación Ana Frank, dedicada a fomentar el contacto y la comunicación entre jóvenes de diferentes culturas, religiones y razas, y rechazar la intolerancia y la discriminación racial.

El Diario de Ana Frank

Referencias

https://historia.nationalgeographic.com.es/a/ana-frank-nina-que-sono-ser-escritora_14376

https://mariacarolinachapellin.com/mujeres-destacadas/ana-frank-un-ejemplo-de-resiliencia/

https://es.wikipedia.org/wiki/Ana_Frank

https://www.annefrank.org/es/ana-frank/quien-era-ana-frank/

https://www.dw.com/es/el-diario-de-ana-frank-fue-publicado-hace-75-a%C3%B1os/a-62263130

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