La historia polémica de los corsés. Los corsés eran unas prendas interiores rígidas que levantaban los senos y ceñían la figura que eran elaboradas con muchos materiales y venían en varios diseños.
La palabra “ corsé ” puede definirse como una prenda ceñida y apretada que usaban las mujeres en los siglos XVIII y XIX para lograr una figura similar a la de un reloj de arena.
El corsé fue una prenda que generó polémica, crítica y empoderamiento. A lo largo de la historia, los corsés ha sido una prenda de vestir muy controvertidas y significativa, representando un abismo entre el patriarcado y el feminismo. Y en esta entrega revelamos cómo el corsé reflejó cambios en el papel de la mujer en la sociedad.
El origen de los corsés | La historia detrás de los corsés
Los corsés se remonta a la civilización minoica de la Edad del Bronce en 1600 a. C., ganando más prominencia hasta la Edad Media y la era del Renacimiento, cuando comenzaron a ser usados por la realeza europea.
Los corsés estaban ligados originalmente con la élite adinerada, y luego fueron adoptados por la burguesía, o clase media, en el siglo XVII. Estas prendas interiores rígidas que levantaban los senos y ceñían la figura se elaboraban con muchos materiales y venían diseños diferentes, como corsés de hierro que se usaban con fines ortopédicos.
La popularidad de los corsés se refleja en las pinturas de la realeza en las que vemos a Isabel I o Catalina de Medici usando estas prendas. Ésta última, introdujo los corsés de hierro.
En la época de la Regencia, de 1795 a 1837, los corsés se integraron en la sociedad británica. Fue una era que marcó el comienzo del uso del corsé, por parte de las mujeres; lo que llevó a una gran cantidad de diseños diferentes.
Además de los materiales de esta prenda, el corsé contribuyó a su reputación de «perjudicial para el cuerpo»; ya que el atado era apretado. Como los diseños y estilos de los corsés cambiaban constantemente, se implementó el «ojal de metal» a principios del siglo XIX, los agujeros a través de los cuales se cruzan los cordones, para que quedaran ajustados.
Sin embargo, los cordones ajustados estaban hechos de algodón suave y otros más rígidos como soporte y una ranura en la parte delantera con un soporte de metal o madera llamado busk.
La crítica de las activistas por los derechos de las mujeres | La historia detrás de los corsés
El corsé victoriano, creado por Joseph Cooper en 1848, fue el más conocido en la historia. Su diseño llegó a ser fundamental en la sensación de comodidad que recibían las mujeres en comparación con el corsé de hierro y otros diseños anteriores. Incluía «un busk de sujeción frontal, que permitía a la mujer ponerse y quitarse el corsé sin desatarlo por detrás; lo que no hacía mucha diferencia.
Esta fue una mejora colosal, pero no benefició tanto a las mujeres en términos de su rol en la vida diaria como a los hombres. Para adaptarse a las normas sociales, se esperaba que las mujeres continuaran realizando sus tareas domésticas habituales y cuidar a los niños. Pero también se esperaba que usaran el corsé en todo momento, lo que comenzó a enfurecer a las mujeres. Esta prenda se convirtió en parte de las muchas restricciones severas de los derechos de las mujeres durante el siglo XIX, al limitar el espacio para respirar de la cintura y elevar la parte superior del cuerpo al gusto del hombre.
Fue en esta época que los corsés comenzaron a recibir críticas por parte de las activistas por los derechos de las mujeres, que abogaban por reformas en la vestimenta, y los médicos varones, que argumentaban que la prenda causaban deformidades esqueléticas y de los órganos.
Aunque para algunas mujeres, el corsé tradicional era un símbolo distinguido de la feminidad, la mayoría de ellas sintieron que las normas sociales las obligaban a usar una prenda tan incómoda, mientras realizaban sus tareas de ama de casa.
La crítica de los médicos varones | La historia detrás de los corsés
Los corsés también fueron objeto de críticas médicas, algunos argumentaban opiniones precisas pero también otras exageradas. Los cordones apretados causaron la expansión de los pulmones y ocasionaron atrofia de la espalda y los músculos pectorales. Sin embargo, los cordones ajustados en realidad eran poco comunes, y la mayoría de los corsés victorianos no eran tan incómodos.
La crítica de los médicos varones en la era victoriana sobre los corsés no tenían respaldo científico. Si bien los corsés causaron cambios en los órganos y afectaron la digestión, no representaban un peligro para la vida de las mujeres, y tampoco afectaron negativamente su calidad de vida. Las críticas médicas solo respaldaban las afirmaciones de las mujeres sufragistas.
La caída y el resurgimiento de los corsés | La historia detrás de los corsés
En la década de 1900, los corsés pasaron de moda gradualmente cuando las mujeres se comenzaron a involucrarse en los deportes y el ejercicio. Para obtener la cintura delgada, las mujeres comenzaron a hacer dieta y hacer más ejercicio, en lugar de usar la ropa ajustada para lograr la figura ideal.
Algunos diseñadores de moda de las décadas de 1910 y 1920 dejaron de incorporar el corsé en sus vestidos y atuendos. Paul Poiret (1879-1944) fue uno de los primeros en rechazar el corsé con sus siluetas sueltas formadas con tela drapeada. La Primera Guerra Mundial llevó a que las mujeres usaran uniformes y diseños simples de algodón, en lugar de diseños rígidos. En general, los corsés fueron reemplazados por ropa más práctica.
Más tarde, tras finalizar la Segunda Guerra Mundial, los corsés se convirtieron en un símbolo de la opresión masculina entre las feministas. En una protesta realizada en un concurso de belleza de Miss América, los manifestantes arrojaron simbólicamente artículos femeninos a un «Botella de basura de la libertad», que incluía corsés, pañales y tacones de aguja.
Aunque la sociedad comenzó a rechazar la idea de usar los corsés normalizados, eso no era raro ver a las actrices la gran pantalla usarlos como Marilyn Monroe o Audrey Hepburn. Sin embargo, los corsés no fueron populares en la década de 1960.
El resurgimiento del corsé en las décadas de 1970 y 1980, fue de la mano de los diseñadores de moda como Vivienne Westwood y Jean-Paul Gaultier que lo restablecieron como símbolo del empoderamiento femenino. El más popular de Gaultier fue el diseño de cono usado icónicamente por Madonna durante su gira Blonde Ambition. Esto marcó un cambio para que estas prendas se usen como ropa exterior, que continuó hasta el siglo XXI.
Corsés en la actualidad | La historia polémica de los corsés
A diario, la moda femenina cambia continuamente, las mujeres actuales e incluso los hombres están incorporando los corsés en su guardarropa. Muchas celebridades los usaron para entregas de premios y la Met Gala; y para el público, los corsés están asociados con estos extravagantes atuendos de celebridades.
TikTok ha sido clave en el resurgimiento de los corsés. Esta red social es un lugar de una variedad de tendencias generalizadas, que incluye el corsé. Aparentemente, la prenda se ha vuelto viral con los usuarios que lo compran, o poniéndoselo y ajustando los cordones para darle un cambio dramático en el tamaño de su cintura.
Casi de inmediato, el corsé de aspecto victoriano verde claro que fue una tendencia se agotó en Amazon, ya que otros usuarios de TikTok lo compraron para recrear esta inclinación. Para el verano de 2021, los corsés se podía ver en Tiktok, Instagram, Pinterest y otras plataformas de redes sociales, volviéndose aún más popular por la repentina cantidad de celebridades que lo usaban en eventos sociales.
De una prenda básica a un símbolo de opresión
El corsé ha pasado de ser una prenda básico en la vestimenta cotidiana de las mujeres a un símbolo de opresión. Los corsés pueden recordar a la falta de libertad que tenían las mujeres en los años 1700 y 1800, cómo aquellas que carecían de voz en la sociedad; mientras que a otras las hace verse y sentirse bien con él.
Sin duda, el corsé gira en torno a la libertad de autoexpresión en la moda, pero encierra una historia igualmente profunda de la sociedad patriarcal.