¿Quiénes son las mujeres más excéntricas e inolvidables de la moda? Hoy las recordamos por su singular estilo y que han marcado la moda.
El estilo de las mujeres más excéntricas que han marcado la moda de ayer y de hoy
«En tiempos difíciles, sólo la imaginación puede ayudar a las personas a superar la tristeza», argumentaba Elsa Schiaparelli en la década de 1930. Siguiendo sus pasos, hoy la moda ha redescubierto la excentricidad. Y, a pesar de Coco Chanel, su mayor rival, convencida de que «hay que cuidado con la originalidad, se cae rápidamente en el travestismo y la decoración», tomó el camino onírico y surrealista.
Es una actitud anticipada, desde hace tiempo, por diversas exposiciones. Como el surrealismo y la magia. Modernidad encantada (Venecia, Colección Peggy Guggenheim), Leonor Fini. Italian Fury (Milán, Galleria Tommaso Calabro) o Shocking – The Surreal World of Elsa Schiaparelli (París, Musée des Arts Décoratifs, hasta el 21 de enero), Salvador Dalí (Turín, Palazzina di Caccia di Stupinigi, hasta el 19 de febrero de 2023).
Así es como, por esa correspondencia de sentidos amorosos que siempre ha ligado la moda al espíritu de la época, acentos surrealistas, rayanos en el kitsch, han invadido varias pasarelas veraniegas.
Es el caso de los Anthuriums, flores exóticas y eróticas que, transformándose cada cierto tiempo en corpiños o pechos/sujetadores, invaden la colección de Jonathan Anderson para Loewe, así como vestidos «hinchables», ideales para flotar en las turbias aguas de lo contemporáneo, diseñado por Jeremy Scott para Moschino. O la colección Schiaparelli para la que Daniel Roseberry reinterpretó ciertos experimentos realizados en los años 30 por el diseñador italiano con Jean Cocteau.
El gusto surrealista de Luisa Amman | Las mujeres más excéntricas e inolvidables de la moda
Que el anhelo de lo surrealista era un estado de ánimo ya lo enseñó a principios del siglo XX una musa del gusto como Luisa Amman, una heredera austro-milanesa que en 1900 se casó con el marqués Camillo Casati Stampa di Soncino.
Más famosa que la Marchesa Casati, Luisa, considerada por Gabriele D’Annunzio «la única mujer que me ha maravillado», realizó un vestuario visionario, rayano en el gótico, una de las peculiaridades de su estilo. Extremadamente delgada, de una belleza casi espectral, siguió sin saberlo algunas recomendaciones que unas décadas más tarde le daría Diana Vreeland.
La legendaria editora de la edición americana de Vogue recomendaba: “Si no puedes aspirar a lo grácil, por lo menos tiende a lo grotesco”. Así fue como la divina marquesa hizo de un caleidoscópico caravasar compuesto por guepardos, plumas y serpientes el hilo conductor de su muy particular estilo.
Como señalaría más tarde su amigo Jean Cocteau, Luisa “había sabido crearse un tipo extremo. Ya no era cuestión de gustar o no gustar, sino de asombrar. Recibió los aplausos normalmente reservados para un actor famoso cuando sube al escenario. Incluso si no tuviera ningún papel que desempeñar».
A lo largo del tiempo, sus disfraces, hechos de vestidos plateados y colas neogóticas, han fascinado a varios diseñadores, desde John Galliano que, en el momento de la dirección creativa de Dior, le dedicó su colección primavera-verano 1998, hasta Karl Lagerfeld para Chanel. (resort 2010), hasta Dries Van Noten (otoño invierno 2016).
Los atuendos de Elsa von Freytag-Loringhoven tenían un aire diferente
Los atuendos de Elsa von Freytag-Loringhoven, la baronesa alemana que en esa misma época inauguró una nueva y excéntrica forma de vestir, tenían un aire diferente. Deambulando por las calles de Nueva York con sellos pegados en las mejillas, cucharillas en lugar de pendientes y latas de tomate como sostén, trastornó todas las jerarquías sociales, anticipándose en muchos aspectos a ciertos experimentos punk.
De Isabella Blow a Anna Piaggi | Las mujeres más excéntricas e inolvidables de la moda
Mucha gente hizo de la extravagancia una bandera. De la periodista y cazatalentos inglesa Isabella Blow, famosa por sus locos tocados («Nunca salgo sin sombrero, porque protege mi cerebro, la parte más importante de mí. No tengo musas ni modelos, aunque adoro a Lucrezia Borgia») a Anna Piaggi.
Musa de diseñadores, periodista coleccionista, anticipador de lo vintage, Piaggi, quien durante años tuvo la histórica columna D.P. (Páginas dobles), convirtió su vida en una obra de arte. Además de su mítica melena azul, han pasado a la historia sus atrevidas pero impecables combinaciones compuestas por túnicas de Madame Vionnet, sandalias de Manolo Blahnik y tiaras recuperadas de antiguos platós de cine.
Karl Lagerfeld, su gran amigo, decía de ella:
“Cuando lleva un vestido de otra época, lo hace con el espíritu de hoy. Nos devuelve a la vida un momento lejano que creíamos conocer, un pasado que no hemos vivido pero imaginamos que fue. Anna inventa la moda. Cuando se viste, automáticamente hace lo que haremos mañana”.
El vestido de cisne de Björk | Las mujeres más excéntricas e inolvidables de la moda
Así lo fue si pensamos en estilismos de ensueño como el vestido de cisne, creado por la diseñadora macedonia Marjan Pejoski, que lució Björk en la alfombra roja de los Oscar de 2001. O, más recientemente, el vestido futurista de Iris Van Herpen que lució Dove Cameron en la última gala del MET.
