El movimiento punk se ha convertido un fenómeno global con el que la industria de la moda continua dando rentabilidad en cada temporada.
Con una foto de Ramones estampada en las camisetas, la industria de la moda rescata la estética punk de cara al otoño; lo que es un ejemplo más de la capacidad del caos para ser rentable.
En los años setenta, se trataba de un movimiento que rechazaba a la burguesía y la clase dirigente, auspiciado por las bandas de música. Por un lado, Nueva York tenía a los Ramones o los New York Dolls, mientras que Londres contaba con The Clash o los Sex Pistols. Y es que las letras y las melodías agresivas de estos grupos musicales reflejaba propuestas filosóficas e ideológicas como ‘No future’.
La diseñadora de moda británica, Vivienne Westwood es una referente de la moda punk londinense, basada en prendas fetichistas, trajes bondage y camisetas con mensajes provocativos.
Más allá de ser un género musical, el punk, como forma de expresión, se convirtió en un blanco fácil para la industria de la moda. Y es que una cresta o una cazadora de cuero y los agujeros se convertirían en un elemento de alta costura.
Hoy en día, el punk es el fenómeno más lucrativo de la moda:
“Sigue siendo violento y muy, muy sexy. ¿Y qué mejor manera de llamar la atención que usar el sexo y la violencia? Es lo que vende”, afirmó el museo Met de Nueva York al respecto de la exposición Punk: Chaos to Couture (2013).
Cuando el punk se convirtió en moda
En Londres a finales de los 70, el punk estaba de moda el uso de utensilios que colgaban de la ropa o de la cara de los jóvenes: alfileres de gancho, hojas de afeitar, entre otros. Se llevaba los cabellos rapados o teñidos de colores fluorescentes, remeras rotas, gafas angulosas y collares de perro, se sumaban a la extravagante parafernalia.
También eran frecuentes los botones, parches e inscripciones con nombres de músicos o bandas de rock o frases de la estética punk: Destroy, No Future. Las chicas se apropiaron de elementos provenientes del fetichismo y del sadomasoquismo, como las medias de red, las ligas, el tacón aguja y el corpiño por debajo de la ropa.
La pareja conformada por Vivienne Westwood y Malcolm McLaren dieron el impulso creativo de la estética punk, al abrir una tienda bajo el nombre de Let it Rock en 1971.
En 1973, Let it Rock cambió su nombre por el de Too Fast to live, Too Young to die y un año después pasó a llamarse, Sex.
La tienda Sex era radical y desafiaba la ortodoxia en el vestir al poner en una vidriera en el medio de la calle, donde el fetichismo salió del armario: látigos, cadenas, entre otros accesorios formaban parte de la decoración del local.
En 1975, McLaren descubrió a los Sex Pistols, un grupo musical que estrenó, en 1976, su primer sencillo: Anarchy in the UK. Desde entonces, Vivienne Westwood y Malcolm McLaren se encargaron de confeccionar los atuendos de la mencionada banda.
Luego, la tienda de Vivienne Westwood cambió su nombre por Seditionares: Clothes for Heroes; donde los clientes podían encontrar sweaters deshilachados, remeras rasgadas, vestimenta de combate y pantalones bondage.
A fines de 1980, Seditionaries pasó a llamarse World’s End. Westwood dio un giro con su colección Pirate, separándose de McLaren.
El Movimiento Punk
A mediados de la década de los años 70, nació el movimiento punk en Estados Unidos, Gran Bretaña y Australia, bajo la influencia de bandas como MC5, The Stooges o New York Dolls.
Lo que comenzó como un movimiento estético-musical, se convertiría en un movimiento que rechaza los dogmas y lo establecido, la moda y la sociedad de masas y que se caracteriza por el concepto de “Hazlo tú mismo”.
Las principales bandas que representaban este subgénero fueron: Ramones, Sex Pistols, The Damned, Dead boys, Blondie, The Clash, Misfits, Black Flag; cuyas letras expresan su descontento con los sistemas políticos y burocráticos que rigen al mundo. Asimismo, sus propuestas filosóficas e ideologías vienen acompañadas de ritmos y melodías simples pero aceleradas.
Al igual que la música, la moda se volvió agresiva y contestataria, en la que los jóvenes vestían pantalones ajustados, chaquetas de cuero, zapatos altos, mucho tartán, parches, piercings y a peinados coloridos y extravagantes.
La moda de la vestimenta punk: Agresividad y rebeldía
En los años 70, el punk se convirtió en verdadera tendencia cuando la diseñadora Vivienne Westwood abrió en King´s Road (Londres) su tienda, Let it Rock.
Prendas rasgadas, cadenas en el cuello, chaquetas y pantalones de cuero han sido los atuendos propios de la estética punk, siendo parte de un peculiar estilo provocador y descarado.
El cuero se convirtió en el principal protagonista en pantalones skinny y chaquetas moteras y los famosos jeans con agujeros ganaron fuerza.
Las botas de tipo militar, el uso de remaches, cadenas metálicas y pines con mensajes anti políticos eran la moda entre los jóvenes de la época.
Para lucir un maquillaje de estética punk, las chicas resaltaban sus ojos con delineador negro para realzar la mirada. Pero la insignia más característica de un look punk es la cresta.
Para levantar la cresta, se coloca abundante laca para fijar el peinado del cabello y se tiñe con colores estridentes.
La vestimenta de la mujer punk
La moda punk supuso un gran cambio para la mujer, en la que llevaban el pelo corto, rasurado o de colores chillones; así como el uso de botas militares, sumado al uso de prendas de cuero ceñido y ajustado.
Referencias
https://www.vogue.es/moda/articulos/punk-democratizacion-moda-vivienne-westwood
http://www.blocdemoda.com/2020/11/cuando-el-punk-se-convirtio-en-moda.html
https://www.loreal-paris.es/estilo-punk
https://noisemag.mx/2020/09/09/historia-de-la-moda-el-movimiento-punk/
https://decalaveras.com/moda-punk/