El empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda

Hablar del empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda, requiere una mirada histórica y una construcción atenta y honesta. Después de todo, el papel tan importante de la mujer en este mercado es lo que lo convierte en uno de los más exitosos y multimillonarios del planeta.

Por mucho que este universo sea visto desde fuera como frívolo, un tanto banal y puramente comercial, hoy es absolutamente necesario contar con una posición humanista, y a la vez política, de las principales autoridades en la materia, y la mayoría de ellas son mujeres.

El empoderamiento de la mujer

La moda es la cuna de la belleza | El empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda

La moda está presente en nuestras vidas de diferentes maneras, muchas veces pasando desapercibida en detalles como los tipos de telas que usamos, los estilos de ropa que usamos, u otras formas más obvias, como el impacto que una prenda causa en las pasarelas, en las alfombras rojas o en la constante presencia digital en las redes sociales.

Pero es un hecho que trae esencialmente nuestros hábitos y costumbres.

La socióloga Alecilda Oliveira revela que este fenómeno de la moda es un tema muy importante para ser discutido.

Después de todo, es interesante darse cuenta y entender que la moda no es meramente una exclusividad de la vida cotidiana. Sino más bien, una consecuencia de la construcción identitaria de nuestra civilización, teniendo su auge con mayor fuerza desde el siglo XIX con el fortalecimiento del capitalismo y el desarrollo de los medios de comunicación. Situar el pensamiento humano en un área de análisis sobre lo que era “ser o no ser” dentro de la “moda”.

¿De dónde viene este “empoderamiento de la mujer”?

La palabra “empoderamiento” se deriva de poder y se define como un proceso mediante el cual las personas fortalecen sus capacidades de confianza, visión, liderazgo y libertad dentro de un grupo social para promover cambios positivos frente a las situaciones que viven o se ven obligadas a vivir.

Mujeres inspiradoras”, “ellas son las que son fuertes”, “el futuro es femenino”, “juntas podemos” son algunos ejemplos de frases comerciales que ilustran el día internacional de la mujer. Pero todas estas expresiones tienen un nexo común, y se llama FEMINISMO.

Tradicionalmente, la moda y el feminismo siempre se han considerado polos opuestos.

Sin embargo, el feminismo es la noción de que hombres y mujeres son iguales, y no hay ninguna razón por la que la moda deba entrar en conflicto con la igualdad o la lucha por lograrla. Por el contrario, la moda ha potenciado determinados momentos de la historia del feminismo, protagonizando y potenciando el papel de la mujer.

Por ejemplo, algunos hechos históricos contribuyeron al fortalecimiento del movimiento feminista y, en consecuencia, al empoderamiento de la mujer en la sociedad y en el mundo de la moda. A continuación, destacamos los principales eventos que inspiraron a las mujeres aún más hacia el empoderamiento.

El primer relieve | El empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda

Hacia el año 1909, cuando el diseñador francés Paul Poiret ideó una nueva figura en la que la mujer se libera del corsé y tiene una forma cilíndrica sin hilos y cintas apretadas, quitando la tortuosa figura de sus cuerpos en forma de S, y haciéndolas mucho más natural y libre.

Esto ya era un cambio importante para las mujeres que desde el Renacimiento se vieron obligadas a mantener sus cuerpos extremadamente en forma, pero físicamente «torturados».

El empoderamiento de la mujer
Mujer joven con su look de Paul Poiret, 1910.

La batalla está fuera de la cocina: Working Girls

Con el estallido de la Primera Guerra Mundial en 1914, los hombres van al frente y las mujeres se hacen cargo de la industria. De esta forma, asumen un papel activo en la sociedad, lo que exige un cambio radical en su forma de vestir. Los encajes y las piezas elaboradas son reemplazadas por pantalones y chaquetas, elementos típicos del vestuario masculino.

La funcionalidad y la comodidad priman sobre la estética y la seducción, dando lugar a la apariencia de la chaqueta femenina, por ejemplo.

Con esto, también se produce una ruptura total con el concepto anterior al feminismo, el de feminidad, rechazando las curvas y buscando la sencillez de las líneas rectas. Las faldas también se acortan hasta la mitad de la pantorrilla en busca de esa comodidad tan ansiada. Sin embargo, uno de los mayores cambios fue la apariencia del cabello corto, ya que sus melenas largas se enredaban en las máquinas y dificultaban el trabajo. Este corte de pelo se mantendría durante toda la posguerra, y se convertiría en un símbolo del nuevo papel adquirido por la mujer.

A partir de este momento, las mujeres asumen un papel diferente y más destacado al que estaban acostumbradas, empezando por una mayor conciencia de la igualdad y la urgente necesidad de reconocer los “derechos de las mujeres”.

Por eso, en 1911, las sufragistas, mujeres que buscaban la participación política, piensan estratégicamente y chocan totalmente con el concepto de una mujer femenina/frágil que puede ser perjudicial para lograr su objetivo; en cambio, continuaron con su papel de mujeres delicadas, pero que tenían un fuerte objetivo para la moda.

suffragettes
Las sufragistas eligieron los colores verde, blanco y morado como la tríada simbólica del movimiento feminista internacional en 1911.

La fuerza «sutil» de los flappers | El empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda

Al finalizar la Primera Guerra Mundial, nuevas figuras femeninas aparecieron en la sociedad como un nuevo fenómeno sociocultural: las flappers. Conocidas como garçonnes en francés o como melindrosas en portugués, estas chicas eran modernas, independientes y desafiantes, nacidas ya en medio de una nueva situación social donde las mujeres comenzaban a tener una participación política más relevante e intensa en el mercado laboral y en el ámbito económico.

Esto se traduce en una nueva libertad que la moda debe facilitar, ya que la posguerra había arrasado con el imaginario social de hombres y mujeres, y era necesaria y urgente cierta “ligereza”, pero que traía el empoderamiento de la mujer como una forma de resurrección social, y de nuevo el protagonismo fue de las mujeres.

Los looks de esa época (años 20, 30) buscaban crear una figura “unisex” que evitara las diferencias en relación a los hombres, con piezas sueltas que no marcaran las caderas ni el pecho.

Estas jóvenes flappers personalizaron su vestuario con elementos masculinos, como bastones, sombreros, anteojos o boquillas largas para fumar en público, algo totalmente inédito para la época y visto con descaro por parte de la sociedad conservadora. Se cortaron el cabello e impusieron el estilo Chanel como se conoce hasta el día de hoy.

Flappers
Flappers surgió del genio de estilistas como Paul Poiret, Jeanne Lanvin y Chanel, los tres grandes nombres del siglo XX.

Las piernas obtienen «alas» | El empoderamiento de la mujer en el mundo de la moda

Con el estallido de la Segunda Guerra Mundial, la llegada de las cartillas de racionamiento, también afectaron a la moda. La lana era necesaria para el ejército, por lo que la ropa de mujer se elaboraba a partir de tejidos tecnológicos como el rayón o el nylon, inventados a mediados de esta década. Las medias de nailon permitieron a las mujeres deshacerse de las incómodas ligas, reemplazándolas con las bragas que aún hoy conocemos.

Si el triangulo es de bermuda, la revolucion es de bikinis

Siguiendo el paso de la historia, el ingeniero mecánico francés Louis Réard fue el responsable de crear el primer bikini moderno, observando en la playa a las mujeres que levantaban el dobladillo de sus trajes de baño para obtener un bronceado mejor y más acentuado. Era la primera vez que una prenda descubría el ombligo y mostraba el cuerpo de la mujer, ¡pero no fue bien recibida!

Desgraciadamente, la Iglesia lo condenó y muchos países lo vetaron, entre ellos España.

La controversia continuó durante mucho tiempo. En 1951, Miss Mundo fue coronada en bikini, pero la reacción fue tan grande que el concurso prohibió el uso de bikinis. Los escándalos continuaron con Briggite Bardot en Cannes en 1953, luciendo un bikini, lo que la llevó a ser adoptada como prenda de resistencia.

Así, los movimientos de empoderamiento de la mujer de finales de la década de 1960 lo tomaron como un símbolo de la emancipación de las mujeres y la libertad de sus cuerpos.

Briggite Bardot en Cannes en 1953
Briggite Bardot en Cannes en 1953

¿Quemar el estatus del patriarcado? Sí. Nuestros sujetadores, ¡no!

El 7 de septiembre de 1968 se realizó una manifestación de empoderamiento de la mujer en la moda en Atlantic City, Estados Unidos, a favor de la liberación de la mujer y en contra del concurso Miss América, por ser sexista.

En la ocasión, colocaron una “lata de la libertad”, una papelera, donde los asistentes tiraron los llamados “instrumentos de tortura”, como tacones y sostenes. Posteriormente pidieron permiso para quemar su contenido y las autoridades se lo negaron.

Sin embargo, al día siguiente, el Washington Post, uno de los periódicos más grandes de los Estados Unidos, escribió que las feministas quemaron sus sostenes. Este mito mediático que nunca sucedió dio la vuelta al mundo y se convirtió en un símbolo de la liberación y la fuerza del empoderamiento de la mujer.

De hecho, nunca apareció en sostén, pero la quema ficticia de esa prenda le dio al feminismo más visibilidad de la que jamás había logrado. Otra victoria a través de la lucha de la mujer y la moda. ¡Fuego en el patriarcado!

El empoderamiento de la mujer
Los manifestantes se unen contra el concepto sexista de la belleza femenina en 1968 durante una de las mayores protestas feministas del siglo XX.

1980: Power Dress: El empoderamiento de la mujer conquista el mercado laboral

En la década de 1980, las mujeres ya accedían a las universidades, de ahí el término empresarias. Han educado a mujeres que ocuparon cargos antes reservados solo para hombres, pasados ​​​de abuelo a padre, de padre a hijo. Pero, ¿cómo rompieron esta barrera paternalista y meritocrática? Gracias a su actitud, inteligencia, formación, y también al estilo de la época llamado power dress.

El Power Dress es un replanteamiento de la ropa de trabajo masculina, siendo para la época un símbolo de éxito y confianza.

En él, las mujeres usan trajes a la medida, hombreras y camisas abotonadas para crear una imagen de seriedad y autoridad. Fue el gran momento de Armani, por ejemplo, con sencillas chaquetas adaptadas al cuerpo de la mujer, y eso pasó a la historia conocido como el power suit.

Working Girl
Harrison Ford, Melanie Griffith y Sigourney Weaver en Working Girls.

1983: La democratización de los tejidos tecnológicos

La liberación sexual y el acceso cada vez más presente al mundo laboral, otorgan a las mujeres mucha más autonomía y autoestima.

Ahora, con el empoderamiento de las mujeres cada vez más presente en sus vidas, las mujeres son más conscientes de su propio cuerpo y fuerza, por lo que el deporte se convierte en una parte esencial de su vida diaria.

En este contexto, se necesitan tejidos más cómodos, que no se estropeen tras varios lavados y que se puedan utilizar una y otra vez para ir al gimnasio y hacer deporte.

Algunos tejidos tecnológicos, como la lycra o el nylon, ya habían aparecido en los últimos años durante la Segunda Guerra Mundial, pero no se habían popularizado por falta de tecnología.

A lo largo de las décadas, los avances técnicos han permitido crear nuevos tejidos sintéticos como el spandex o el poliéster, que se adaptan mejor al cuerpo femenino.

Su calce con el cuerpo femenino era tal que pronto se escapó del campo deportivo y salió a la calle, donde las mujeres lucen sus curvas con orgullo y confianza.

1990: La estética revolucionaria del movimiento Riot Grrrl

Este fue un movimiento punk feminista que nació en los Estados Unidos. Hablaron de temas tabú como la violación, la opresión del patriarcado o el empoderamiento de las mujeres por la “necesidad de hablar entre ellas”.

La comunicación y la inclusión son fundamentales para romper el código del silencio. Es necesario crear un espacio para que las mujeres abran los ojos y se acerquen sin sentirse amenazadas por una sociedad sexista e históricamente patriarcal.

Este grupo buscó enviar un mensaje de diversidad, que no solo las mujeres hermosas son mujeres. ¡Pero todas las mujeres son mujeres! Otro ejemplo de empoderamiento de la mujer.

Para ello unieron la ideología e imagen del punk hardcore, con un vestuario muy extremo y provocador que renunciaba a la imagen de mujer atractiva y cuidada y rompía con todas las normas sociales asociadas al género femenino.

Cortes de pelo irregulares, labios con colores fuertes y llamativos, telas con colores llamativos como el rojo o el negro y muchas cadenas eran algunas de sus marcas.

El empoderamiento de la mujer
Bikini Kill con la vocalista y compositora Kathleen Hanna, la bajista Kathi Wilcox y el baterista Tobi Vail. La banda es considerada la pionera del movimiento riot grrrl en los años 90.

2006: Apropiación y reencuadre de los tejidos transparentes:

Las prendas transparentes existen desde el siglo XVIII, pero fue en los últimos 15 años cuando se hicieron populares y cada vez más codiciadas.

Encajes, tules y materiales plásticos dejaban completamente al descubierto el cuerpo de la mujer, que ya no oculta sus atributos, sino que ahora los muestra de forma orgullosa y natural.

La autonomía, independencia y posición de la mujer vive sus momentos más críticos hasta la fecha. Este es el momento de máximo esplendor en la liberación del cuerpo femenino cuando ya no se utilizan los tejidos para ocultarlo, disimularlo o taparlo, sino para mostrarlo tal cual es, sin temor a prejuicios ni reacciones.

2016: moda unisex y fusión de géneros

Las barreras entre hombres y mujeres se han fusionado por completo. En este momento de la moda ya no existe el blanco y negro, de la misma manera que no existe solo el género binario, o el cisgénero.

¡Incluso el propio Facebook permite la opción de un género personalizado! Y en este contexto de rechazo a las normas de la heteronormatividad, surge la indumentaria unisex, que sirve para vestir a cualquier persona sin importar quien sea, dando la posibilidad a cada uno de autodefinirse y auto-reconocerse como desee!

La ropa neutra ya no establece estos límites, según quién seas, ni condiciona tu forma de vestir, liberando por completo a la mujer y los roles asociados a ella.

Ya no hay más diferencias, al menos en cuanto a moda, ¡que ha sido una herramienta fundamental en la lucha de las mujeres por la igualdad a lo largo de los años. Y lo seguirá siendo, hasta el día en que frases como la de la camiseta de Dior:

«Sisterhood is Powerful, Sisterhood is Global» y «Sisterhood is Forever» se hacen realidad.

Porque sí, de verdad, necesitamos el empoderamiento de las mujeres en el mundo, ¡y debemos ser todas feministas!

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