El arte de la joyería en la historia

El arte de la joyería, forma parte de la historia artística de nuestras regiones, y le ha dado un significado en la era del cobre, del bronce y  del hierro. Los seres humanos han utilizados joyas como símbolo de estatus, como filiación étnica o religiosa, de significado personal o para intercambio comercial.

Las joyas en la antigua Grecia

En la joyería en la antigua Grecia era frecuente el uso de joyas que respondían a la necesidad de adornarse. El uso de collares, pendientes, pulseras y anillos era lo más habitual. También las diademas y cadenas o cinturones eran frecuentes en las ceremonias. Por otra parte, las fíbulas y alfileres eran utilizadas para sostener las prendas en las vestimentas.

El uso de metales y gemas preciosas se remontan a 1600 a.C y, hacia el siglo 300 a.C., los griegos empleaban amatistasesmeraldas y perlas. Sus técnicas se basaban en piezas fundidas y piezas martilladas. Sin embargo,  el trabajo de granulado, filigrana, cincelado era el más frecuente. También es habitual encontrar piezas en oro repujado. Los griegos trabajaron el engaste de piedras en sus joyas, así como el uso de esmalte.

En la iconografía de las joyas era muy diversa, estaban presentes los motivos vegetales tales como rosetas, palmetas, hojas y bellotas; así como figuras de animales como los carneros, leones, serpientes y esfinges. También se evidenciaban representaciones humanas como divinidades y héroes. Estos motivos eran muy comunes en gargantillas, diademas, pendientes, sortijas o anillos y pulseras.

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Brazalete griego. Fuente: www.balclis.com

La joyería romana

La Joyería romana tuvo inspiraciones muy diversas, debido a la utilización de una gran variedad de materiales y recursos naturales extraídos de los territorios que estaban bajo su dominio. Además, como buenos comerciantes, accedieron a exóticas piedras preciosas que venían del lejano oriente.

Las joyas más utilizadas fueron broches, pulseras, pendientes, sortijas, botones y gargantillas entre otras. Los romanos usaron metales como la plata y el bronce, siendo el oro el más preciado. Asimismo, emplearon gemas preciosas como zafirosdiamantesesmeraldas gemas orgánicas como madera petrificada y ámbar.

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Collar romano. Fuente: www.balclis.com

La joyería en la Edad Media

Tras la caída de Roma, la joyería medieval destacó por la calidad de sus piezas. La Edad Media se caracterizó por joyas de plata como fíbulas, prendedores, collares, pendientes, horquillas y brazaletes.

De igual manera, los anillos o sortijas, pulseras, pendientes, broches, collares y fíbulas eran engarzadas con importante pedrería y eran muy usadas por la civilización de la época. Las armas también eran adormadas como joyas.

Las piedras preciosas se adquirían a través del comercio, siendo más frecuentes los zafiros que venían de Ceilán y Persia, las esmeraldas de Egipto y los diamantes de la India y África Central.

Las piezas de índole religioso fueron muy comunes, debido a que predominó la representación de formas asociadas al cristianismo.

La importancia de las joyas en el Renacimiento

El Renacimiento surge como movimiento cultural en Italia a partir del siglo XIV y fue extendiéndose por el resto de Europa durante el siglo XVI. El comercio de gemas preciosas en Europa hizo que estuviese disponible una gran variedad, fue una época de esplendor y las joyas comenzaron a vivir su momento artístico.

En el siglo XV, las joyas fueron de gran relevancia en la moda de la época. Los trajes de terciopelo y seda fueron bordados con pedrería y perlas.

Las joyas representaban un símbolo de prestigio y poder y estaban muy ligadas a la Corte. Muchas de ellas fueron fabricadas  con esmeraldas colombianas, topacios y amazonita de Brasil, espinela, iolita y crisoberilo de Sri Lanka, rubí de la India, lapislázuli afgano, turquesa persa, peridoto del Mar Rojo, ópalo, granate y amatista de Bohemia y Hungría.

Durante el proceso de creación, los colgantes, gargantillas, sortijas se efectuaba el labrado del oro, esmaltado y engarce de las piedras. Los “Llibres de Passanties” conservados en el Museo de Historia de la ciudad de Barcelona, son un claro testimonio de estas obras.

Los joyeros y orfebres renacentistas enriquecieron las técnicas aplicadas en joyería y emplearon nuevas “tecnologías” que les permitían tallar piedras de una mayor dureza y realizar grabados tallados sobre gemas.

Se extendió el uso de pendientes combinados con piedras barrocas, gemas incrustadas y esmalte.

Los broches con retratos en miniatura fueron muy populares, así como, la ornamentación de animales fantásticos como sirenas, cabezas de monstruos y centauros. Sin embargo, en un periodo dominado por la religión eran muy frecuentes el uso de cruces y medallas combinadas con oro, gemas y esmalte.

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Dama renacentista. Fuente: www.balclis.com

La joyería Barroca

En la época del barroco, a las piezas de índole religiosa y simbólica heredadas del pasado, se sumaron otras joyas puramente ornamentales, que realzaban la calidad de elaboración y la riqueza de los materiales, que exhibía el status social del portador.

Las formas profanas o fantasiosas respondían a criterios estéticos o de capricho, imponiéndose paulatinamente frente a las religiosas o votivas. Por ejemplo, los colgantes de tipo altaret, piezas que podrían considerarse verdaderas esculturas o cuadros portátiles, e incluso frentes arquitectónicos en miniatura.

En el siglo XVIII las gemas se presentaban siempre en monturas cerradas. Los joyeros de la época se dieron cuenta de la importancia de destacar el brillo de la pedrería y decidieron abrir las monturas y sujetar las gemas al aire para que lucieran en todo su esplendor.

La joyería en el siglo XIX

Durante el siglo XIX, en el ámbito de la joyería se destacó el historicismo con fuentes de inspiración, desde clásicas hasta barrocas.

Tras la aparición del Romanticismo, la joyería se convirtió en una manifestación del sentir apasionado, y a las joyas se les dotó de una gran carga simbólica y emotiva. Ya fuera como recuerdo de un difunto o de un ser amado, las joyas se usaban con guardapelos o portarretratos, e incluso piezas elaboradas con cabello humano.

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Evolución de la joyería. Fuente: www.jorgejuanjoyeros.es

La seductora joyería de principios del siglo XX

Los últimos coletazos del colonialismo europeo del siglo XIX coincidieron con una era de riqueza, de refinamiento y de sofisticación que se vio bruscamente interrumpida con el inicio de la Primera Guerra Mundial. Este período, que denominamos Belle Époque, a nivel de las artes, significó el regreso de antiguos temas y motivos.

El gran representante de la joyería de esta época fue el francés Louis Cartier, se encargó de buscar patrones en documentos antiguos, para recuperar diseños del pasado. El siglo XVIII fue su principal fuente de inspiración.

Desde 1900, aparecieron distintos movimientos artísticos como el Art Nouveau, las piezas de autor y de diseño.

Las piezas de principios de siglo XX han sido mucha importancia para los coleccionistas de joyas. El diamante fue la gema más popular junto con la perla, y era habitual enmarcarlo en líneas de esmalte negro o de ónix, de modo que se consideraba una estética en la que predomina el “blanco y negro”. Los orfebres se inspiraron en la aportación estilística de los ballets rusos de Diaghilev y el redescubrimiento de culturas, tales como la egipcia o la japonesa. La Segunda Guerra Mundial supuso el final de los locos años 20 y dio paso a una nueva década mucho más explosiva.

La joyería en los años 40-50

En la década de 1940, el oro era el principal metal precioso, aun cuando se empleara en hojas más delgadas y ligeras. Las cadenas cilíndricas, tubos de oro sinuosos y los broches grandes con motivos florales se pusieron de moda en esa época.

Al finalizar la Segunda Guerra Mundial, las casas de alta costura parisinas como Christian Dior, Yves Saint Laurent y Chanel vistieron a las mujeres más glamurosas de la sociedad. El oro amarillo siguió teniendo gran popularidad y se combinó con gemas como turquesas, amatistas, así como, las joyas cubiertas en oro y diamantes.

Personalidades como Grace Kelly y Jackie Kennedy fueron un referente de estilo y pusieron en gran valor los collares de perlas.

Por otra parte, el platero Georg Jensen, destacó debido a sus diseños escandinavos, los cuales son muy valorados por los coleccionistas de todo el mundo.

La joyería exhuberante de la segunda mitad del siglo XX

Durante la década de 1960, los ingleses y su estética más pop dominaron el mercado de la moda y las joyas con complementos de gran tamaño, como las pulseras, gargantillas y enormes pendientes de colores saturados o metalizados de inspiración futurista.

Italia, por su parte, relevó a Francia como referente de estilo y firmas como Gucci o Ferragamo, los cuales eran los símbolos del cool juvenil.

En la década de los 70 las joyas comenzaron expresar espiritualidad en vez de opulencia. Van Cleef and Arpels marcó la pauta de la era con piezas en oro engastadas con rubíes, esmeraldas y diamantes. La casa italiana Bulgari diseñó piezas como gargantillas, pulseras o pendientes que tanto podrían ser usadas de día como de noche.

Los años 80 fue la década del poder y la gloria. El color negro dominó la moda y servía de fondo para las llamativas y ostentosas joyas en oro pulido. Las mujeres ejecutivas se vestían con grandes joyas para lucir poderosa y femenina.

Actualmente, en el siglo XXI, la joyería presenta un revival del siglo XX, encontrando en el mercado piezas de estilo Belle Époque o Art Déco, de estilo vintage como en los años 50 o exuberantes como las de los años 80 y 90.

Referencias

https://www.balclis.com/es/el-arte-de-la-joyeria-a-lo-largo-de-la-historia/

https://www.jewelrycooltrend.com/breve-historia-de-la-joyeria/#Joyeria_Contemporanea

http://bellezaporunproposito.mx/la-historia-de-la-joyeria/

 

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